La desesperanza de la vida proviene de la apatía, la mediocridad del ser humano surge de la comodidad. Para crecer, uno debe aprender a salir de la zona de confort y no dejarse llevar por la comodidad. No se pueden tener ambos, el pez y el oso, siempre hay que hacer sacrificios, depende de lo que realmente desees. En realidad, muchas veces no es que no queramos cambiar, sino que estamos acostumbrados a esta zona de confort, a la felicidad de no cambiar, y tememos las repercusiones que conlleva el cambio. El tú actual es la decisión que tomaste hace diez años, el tú dentro de diez años será la decisión que tomes ahora. Plantar un árbol es mejor hacerlo hace diez años, el segundo mejor momento es ahora. Si deseas cambiar, comienza desde este momento, aún no es tarde.
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La desesperanza de la vida proviene de la apatía, la mediocridad del ser humano surge de la comodidad. Para crecer, uno debe aprender a salir de la zona de confort y no dejarse llevar por la comodidad. No se pueden tener ambos, el pez y el oso, siempre hay que hacer sacrificios, depende de lo que realmente desees. En realidad, muchas veces no es que no queramos cambiar, sino que estamos acostumbrados a esta zona de confort, a la felicidad de no cambiar, y tememos las repercusiones que conlleva el cambio. El tú actual es la decisión que tomaste hace diez años, el tú dentro de diez años será la decisión que tomes ahora. Plantar un árbol es mejor hacerlo hace diez años, el segundo mejor momento es ahora. Si deseas cambiar, comienza desde este momento, aún no es tarde.