#FOMC July Minutes#

Del 18 al 23 de agosto, el bitcoin se negoció en un modo de consolidación con una serie de movimientos en direcciones opuestas. Toda la atención se centró en los datos macroeconómicos y las expectativas en torno a la reunión de la Reserva Federal de EE. UU. (FED). Como si la demanda activa y constante por parte de los fondos cotizados en bolsa (ETF) se hubiera vuelto tan habitual para el sector que los inversores dejaron de tenerla en cuenta de verdad.
A principios de la semana, BTC se mantenía alrededor de $114,000 y seguía bajo presión tras la toma de ganancias y los fuertes datos de inflación de productores en EE. UU. El soporte se veía en el rango de $112,000–113,000, la resistencia en $116,000–117,000. El miércoles y jueves, la criptomoneda insignia volvió a probar el límite inferior del rango y cayó a $113,000. La débil actividad en el mercado spot y la cautela en el mercado de derivados fueron señales de sentimientos moderados entre los participantes.
El viernes 22 de agosto, toda la atención del mercado se centró en el simposio de Jackson Hole, donde habló el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. Sus comentarios tenían un tono "dovish": el regulador dejó claro que la reducción de tasas en septiembre sigue siendo el foco, a pesar de los sólidos datos sobre la inflación de los productores. Esto se convirtió en una señal clave para los participantes del mercado y provocó una ola de compras en activos de riesgo, incluidas las criptomonedas.
El Bitcoin rebotó en los primeros minutos después del discurso desde niveles alrededor de $112,000 y se disparó por encima de $116,000. Los máximos del día se situaron entre $116,500 y $117,200, donde el activo registró un crecimiento de alrededor del 4%. El movimiento estuvo acompañado de un aumento abrupto en el interés abierto en el mercado de futuros: se inyectaron alrededor de $300 millones en futuros en cuestión de minutos, lo que subrayó la demanda institucional.
Sin embargo, el impulso resultó ser de corto plazo. Para el final de la sesión de negociación, BTC se estabilizó cerca de $115,000, donde nuevamente se delineó una zona de consolidación. Las primas de futuros en CME se redujeron al 5.5% anual, y las opciones mostraron un aumento en la demanda de protección contra la caída. Todo esto se traduce en un lenguaje comprensible como "cautela"; el mercado no creyó en el movimiento brusco.
Al final, el viernes confirmó: los señales macroeconómicas son críticamente importantes para bitcoin. El mercado está listo para reaccionar con un rápido crecimiento a los comentarios suaves de la Reserva Federal, pero no ha logrado establecerse por encima de $117,000.
La demanda institucional se mantuvo en un nivel decente. La empresa neerlandesa Amdax ha anunciado la creación de Bitcoin Treasury Company y sus planes de salir a Euronext con el objetivo de mantener al menos el 1% del volumen libre de BTC. Esto refleja el creciente interés en la exposición global a BTC, lo que se considera una muy buena señal.
El panorama técnico se ve moderado. Aún no hay espacio para el regreso del desenfrenado optimismo que observamos hace apenas una semana. Pero los pesimistas tampoco tienen mucho en qué apoyarse aquí. Según las estimaciones de GIS Mining, los niveles clave para las próximas sesiones son los siguientes: soporte en el rango de $112,000–113,000 y resistencia en el rango de $116,500–117,200. La ruptura de estos niveles determinará la dirección futura del movimiento de BTC.