Las cinco grandes trampas lógicas en los chinos: Primero, conceptos vagos. Al discutir problemas, siempre se utilizan las palabras más firmes para hablar de conceptos más vagos. Por ejemplo, "el imperialismo nunca ha dejado de querer destruirnos", o "el enemigo de mi enemigo es mi amigo". Estas frases suenan muy estimulantes, pero al mirarlas detenidamente y reflexionar, detrás de todo hay emociones y conceptos vagos, que en realidad no son respuestas derivadas de la lógica. Segundo, no entender el concepto de conjunto, no distinguir la relación entre el colectivo y el individuo, siempre poniendo las cosas al revés, incluso sintiendo que el significado de la existencia individual es ser una herramienta que protege al colectivo, sin darse cuenta de que el significado de la existencia del colectivo es la inducción de lo individual, que existe para proteger los intereses individuales. Tercero, razonamiento analógico ilógico. Por ejemplo, se piensa que en la historia, durante las épocas de Qin y Han, la ley del más fuerte era la norma, y se cree que hoy también debería ser así. En realidad, la situación es completamente diferente; la base de una civilización agrícola fuerte son los recursos, y para disputarlos, a menudo los rezagados deben ser golpeados, mientras que la base de una civilización marítima fuerte es la cooperación. En este sistema, independientemente del tamaño o fuerza, todos pueden beneficiarse mutuamente, lo que dificulta que ocurra la guerra. Fuera de este sistema, aquellos que creen en la ley del más fuerte y piensan que los recursos deben ser obtenidos a través de la depredación, generalmente son los rezagados. Así, se genera un fenómeno diametralmente opuesto al pasado: los rezagados deben golpear a los demás. Cuarto, pensamiento binario de blanco o negro. En nuestros libros de historia, solo hay dos tipos de personas: o son personas perfectas e impecables, o son eternos villanos despreciados por todos. Dado que la clase trabajadora es buena, entonces los capitalistas deben ser malos, deben ser explotadores, sin considerar en absoluto que podrían estar en una relación de cooperación, sin pensar en los riesgos que los capitalistas asumen más allá del valor excedente, ni reflexionar sobre la razón por la cual todos son pobres en lugares sin capitalistas. Quinto, malentendido e inferencia errónea. Por ejemplo, si dices que la cámara de un teléfono de una marca extranjera es buena, alguien dirá que estás favoreciendo a los extranjeros, y al final deducirán que no amas a tu país. Esto es un ejemplo típico del hombre de paja, no importa lo que digas, siempre aparecerá un hombre de paja inexistente, y luego atacarán a ese hombre de paja para negar tus palabras. Precisamente estas cinco grandes trampas lógicas dificultan que los chinos piensen en un problema en sintonía con otras partes del mundo.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Las cinco grandes trampas lógicas en los chinos: Primero, conceptos vagos. Al discutir problemas, siempre se utilizan las palabras más firmes para hablar de conceptos más vagos. Por ejemplo, "el imperialismo nunca ha dejado de querer destruirnos", o "el enemigo de mi enemigo es mi amigo". Estas frases suenan muy estimulantes, pero al mirarlas detenidamente y reflexionar, detrás de todo hay emociones y conceptos vagos, que en realidad no son respuestas derivadas de la lógica. Segundo, no entender el concepto de conjunto, no distinguir la relación entre el colectivo y el individuo, siempre poniendo las cosas al revés, incluso sintiendo que el significado de la existencia individual es ser una herramienta que protege al colectivo, sin darse cuenta de que el significado de la existencia del colectivo es la inducción de lo individual, que existe para proteger los intereses individuales. Tercero, razonamiento analógico ilógico. Por ejemplo, se piensa que en la historia, durante las épocas de Qin y Han, la ley del más fuerte era la norma, y se cree que hoy también debería ser así. En realidad, la situación es completamente diferente; la base de una civilización agrícola fuerte son los recursos, y para disputarlos, a menudo los rezagados deben ser golpeados, mientras que la base de una civilización marítima fuerte es la cooperación. En este sistema, independientemente del tamaño o fuerza, todos pueden beneficiarse mutuamente, lo que dificulta que ocurra la guerra. Fuera de este sistema, aquellos que creen en la ley del más fuerte y piensan que los recursos deben ser obtenidos a través de la depredación, generalmente son los rezagados. Así, se genera un fenómeno diametralmente opuesto al pasado: los rezagados deben golpear a los demás. Cuarto, pensamiento binario de blanco o negro. En nuestros libros de historia, solo hay dos tipos de personas: o son personas perfectas e impecables, o son eternos villanos despreciados por todos. Dado que la clase trabajadora es buena, entonces los capitalistas deben ser malos, deben ser explotadores, sin considerar en absoluto que podrían estar en una relación de cooperación, sin pensar en los riesgos que los capitalistas asumen más allá del valor excedente, ni reflexionar sobre la razón por la cual todos son pobres en lugares sin capitalistas. Quinto, malentendido e inferencia errónea. Por ejemplo, si dices que la cámara de un teléfono de una marca extranjera es buena, alguien dirá que estás favoreciendo a los extranjeros, y al final deducirán que no amas a tu país. Esto es un ejemplo típico del hombre de paja, no importa lo que digas, siempre aparecerá un hombre de paja inexistente, y luego atacarán a ese hombre de paja para negar tus palabras. Precisamente estas cinco grandes trampas lógicas dificultan que los chinos piensen en un problema en sintonía con otras partes del mundo.