La gente finalmente se convertirá en la que debería ser, pero no es un destino. Las innumerables pequeñas elecciones de una persona se acumulan constantemente, formando lentamente una trayectoria de vida y un "promedio" de carácter estables. La personalidad y el subconsciente llevan a la gente a repetir comportamientos similares, por lo tanto, la buena suerte ocasional o la riqueza repentina no pueden cambiar la dirección a largo plazo. Si una persona no tiene la capacidad esencial para manejar esos recursos, el dinero eventualmente se perderá, como el agua que no te pertenece regresará al cauce. Sin embargo, esto no significa que todo sea inalterable. Siempre que se pueda percibir y reflexionar sobre las decisiones propias, romper la inercia con la razón y cambiar una y otra vez elecciones que parecen insignificantes, se puede ajustar gradualmente la dirección de la vida. Colaborar con personas inteligentes y estar en un buen entorno también puede ayudarnos a reducir errores y hacer mejores juicios. El final de tu vida no es un destino accidental, sino el resultado moldeado por tus acciones y elecciones diarias.
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La gente finalmente se convertirá en la que debería ser, pero no es un destino. Las innumerables pequeñas elecciones de una persona se acumulan constantemente, formando lentamente una trayectoria de vida y un "promedio" de carácter estables. La personalidad y el subconsciente llevan a la gente a repetir comportamientos similares, por lo tanto, la buena suerte ocasional o la riqueza repentina no pueden cambiar la dirección a largo plazo. Si una persona no tiene la capacidad esencial para manejar esos recursos, el dinero eventualmente se perderá, como el agua que no te pertenece regresará al cauce. Sin embargo, esto no significa que todo sea inalterable. Siempre que se pueda percibir y reflexionar sobre las decisiones propias, romper la inercia con la razón y cambiar una y otra vez elecciones que parecen insignificantes, se puede ajustar gradualmente la dirección de la vida. Colaborar con personas inteligentes y estar en un buen entorno también puede ayudarnos a reducir errores y hacer mejores juicios. El final de tu vida no es un destino accidental, sino el resultado moldeado por tus acciones y elecciones diarias.