El negocio de la tarjeta U enfrenta múltiples desafíos, con costos de cumplimiento y presión de rentabilidad coexistiendo.
Recientemente, la industria de tarjetas de pago de criptomonedas ha suscitado una amplia atención. Un conocido proveedor de servicios de tarjetas U ha anunciado de repente la suspensión de sus operaciones, lo que ha generado un debate en la industria sobre el futuro de este sector.
La empresa declaró en un anuncio que, a partir de hoy, suspenderá el uso de todas las tarjetas y las nuevas solicitudes. La empresa se compromete a manejar adecuadamente los reembolsos y enfatiza que la seguridad de los activos de los usuarios no se verá afectada. Los ejecutivos de la empresa explicaron que los altos costos de Cumplimiento, los márgenes de beneficio bajos y la pesada carga operativa son las principales razones que llevaron a la terminación del negocio. Tienen planes de trasladar su enfoque a los negocios de gestión de patrimonios y activos.
Los expertos de la industria analizan que el negocio de la tarjeta U enfrenta múltiples desafíos. Primero, el riesgo de cumplimiento es enorme, una investigación regulatoria podría resultar en multas mucho mayores de lo esperado. En segundo lugar, la tarjeta U es susceptible de ser mal utilizada por elementos delictivos, lo que dificulta que la plataforma controle efectivamente el riesgo. Además, las organizaciones de tarjetas y los bancos trasladarán los costos de cumplimiento a los emisores, lo que aumenta la presión operativa.